Ir al contenido principal

Teorías psicosomáticas del comer emocional. Por Emmanuel González

 La ingesta de alimentos dependiente de las emociones se ha explicado en dos teorías.

Primera teoría

Indica que las personas con obesidad se les dificulta identificar y diferenciar las emociones cotidianas con las sensaciones de apetito-saciedad.

Bruch señalaba, que se debia a una alteración comunicacional originada en el vínculo temprano madre e hijo, siendo que la madre no responde a los requerimientos biológicos, sociales y emocionales de su hijo. La necesidad de la alimentacion no es confirmada y reforzada por la madre o lo ha sido de forma incorrecta, por consecuencia el YO del infante que está en pleno desarrollo no tendrá las herramientas para poder diferenciar los estados de hambre y de saciedad, respondiendo con un aumento en la ingesta alimentaria por exigencias emocionales. De otra manera, los mecanismos de afrontamiento de las personas con estado nutricional normal no le permitirán comer en respuesta a emociones negativas siendo menos propensas a ser obesas.

Esta teoría enfatiza que existe una problemática en la oralidad, con origen en experiencias tempranas de la vida del sujeto.



Segunda teoría

Establecida por Kaplan y Kaplan, menciona que el aumento de la ingesta alimentaria es una conducta de forma estratégica al afrontamiento de emociones negativas, siendo de carácter disfuncional, en situaciones fisiológicamente normales, la angustia disminuye el apetito, activando el Sistema Nervioso Simpático y se reorganizan los fluidos sanguíneos hacia el aparato digestivo. Para enfrentar las emociones negativas con la comida, se realizaría con alimentos que provoquen placer frente a esta emoción actuando sobre el sistema de recompensa neurobiológico y que afectan la síntesis de neurotransmisores. Los alimentos que por lo regular pueden provocar este placer o satisfacción son aquellos altos en grasas, altos en azúcares y altos en calorías.

Esta teoría enfatiza que el comedor emocional consume alimentos del tipo reconfortante para manejar sus emociones negativas llevándolo a una sobrealimentación.


Estos autores proponen que los autores con sobrepeso no podrían diferenciar entre el hambre y la saciedad, porque en su infancia la conducta en la alimentacion fue aprendida en respuesta a la ansiedad y no al hambre.



REFERENCIA

Pérez, A. M. P. (2020). Rol de la emoción en la conducta alimentaria. Rev Chil Nutr 47(2), 286–291.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Investigación psicológica en la obesidad. Por Emmanuel González

El proceso de medición  Generalmente se tiene la idea que la medición es solo de aspecto numérico. Pero indagando  más  se puede reconocer que es un sistema que impone reglas para asignar símbolos a objetos que puedan representar un atributo o definir si los objetos caen en las mismas categorías o en diferentes con respecto a un atributo determinado. Ya sabiendo un concepto de medición  más   extendido nos ayuda a identificar que c uando se diagnostica a una persona con obesidad es porque se est á   midiendo al sujeto.  En Psicología es difícil medir aspectos no físicos, por lo que se generaliza el comportamiento de las enfermedades, determina el pronóstico y los resultados del tratamiento. Pero en el plano individual los resultados no pueden ser predecibles. Mecanismos propuestos por algunos autores. Para lo anterior es necesario un abordaje sistemático que aclarare el camino conceptual y metodológico de la investigación psicológica en obesidad. Wadde...